TURBULENCIAS
Cuando las aguas se vuelven turbulentas y los ríos desvían su curso. Cuando la sinrazón nos rodea y todo parece evaporarse. Primero el miedo y la ansiedad nos invade. Pero te das cuenta que hay una única verdad. Que tu presente merece que tu inergía se invierta en priorizar otras cosas. Yo priorizo estar con la persona que amo. Sin su amor no podría ser mejor persona, ni darme cuenta que estoy vivo. La familia que con la cuál elegiste compartir está travesía. Ellos saben quién sos realmente y están siempre a tu lado cuando los golpes son demoledores. El resto que no suma, resta y hay que alejarse. Nuestra mente a veces nos juega una mala pasada o nos envuelve en un manto de desesperanza. Pero ahí está el amor y el trabajo interno que hayamos consolidado, rescatándonos. Caer y ponerse de pie nuevamente, eso será así siempre, pero aprender de los momentos de agobio es lo que nos hace fuertes, madurar y crecer.