MIRAR EL MUNDO Y ENCONTRARNOS
Los espinos atravesaban los insensibles poros de la piel. Lo que debería ser un llamado de atención pasaba desapercibido. En esa incapacidad de percibir el dolor y el desechar todo aquello debería nutrirnos, hace que estemos encarcelados en uno mismo. Hay algunos que no se dan la posibilidad de conocerse y verse tal cual son, seguro allí estará su verdadero deseo y disfrute. La rutina y las obligaciones opacan nuestras pupilas y nos sumerge en un mundo donde corremos una carrera contra el tiempo. Esa carrera está perdida de antemano ya que nuestros verdaderos logros están solo en las cosas sencillas y en las actitudes humanamente simples. Hacer el bien al otro como a uno mismo. Extender la mano y recibir otra llena de contención y energía. La vida muchas veces nos enciende una señal de alerta y nos marca el camino adecuado. A veces pensamos que este es el mas largo y pedregoso, pero sin darnos cuenta que es el que nos hará encontrar todo aquello que en esta vida nos a